El fiscal general William Bar está a punto de destapar la caja de los truenos. El famoso caso ‘Spygate’ u ‘Obamagate’ que es muy complicado, porque involucra supuestas acusaciones contra Obama, Biden y Hillary Clinton entre muchos otros individuos de alto perfil. Es por eso que Trump dejó la Casa Blanca el sábado 8 de agosto.
En primer lugar está el famoso caso “Uranio Uno” que consiste en la venta a Rusia del 25% de las reservas de uranio de EEUU a base de sobornos masivos, de lo que se acusa a los Clinton.
En segundo lugar, hace un año y medio, Rudy Giuliani dijo que estaba investigando el rastro de dinero de la ayuda estadounidense robada en Ucrania. Las redadas del FBI de Optima en Cleveland y Miami están relacionadas con la corrupción ucraniana que causó la desaparición de al menos seis mil millones de dólares del dinero de los contribuyentes enviados a Ucrania.
En tercer lugar, la semana pasada el despido de Geoffrey Berman, Fiscal del Distrito Sur de Nueva York, llevó al arresto de la compañera de Epstein, Ghislaine Maxwell. Otra cosa que Berman mantenía en secreto era el contenido del portátil de Weiner. Los detectives veteranos de la Policía de Nueva York que vieron las imágenes de doña Hilaria tuvieron que vomitar y además sufrieron muerte prematura. Me abstengo de comentar el contenido de las imágenes porque es demasiado fuerte.
En cuarto lugar están los sobornos que continuaron para hacer tratos secretos con Irán, así como todo el espionaje de la Casa Blanca de Obama a los miembros del Congreso que se oponían a dicho acuerdo y de los periodistas que investigaban la actividad ilegal.
Otra interpretación de esta tormenta oculta es la que ha dado el entrenador Jerry. Habría una destrucción económica total del estado profundo, a través de la confiscación de sus activos y de su estructura corporativa.
Ésta fue una operación militar clasificada con más de veinte años de preparación. En cualquier guerra, la estrategia más eficaz para derrotar al enemigo consiste siempre en eliminar el suministro de comida y municiones al enemigo y su capacidad de reabastecerse.
En la actualidad, hay muchas corporaciones malvadas con bolsillos profundos para reabastecer a todo tipo de grupos violentos que bloqueen el reinicio financiero. Mi suposición es que esto se acabaría a través de la confiscación de su dinero, activos y otras posesiones en algún momento de este mes.
REDADAS…
El miércoles 5 de agosto, las redadas del FBI de Optima en Cleveland y Miami estaban directamente relacionadas con la corrupción ucraniana que causó la desaparición de al menos seis mil millones de dólares de dinero de los contribuyentes enviados a Ucrania.
Mientras Trump aparecía en Cleveland, la primera de muchas solicitudes de confiscación de bienes fue hecha por el Departamento de Justicia. Incautaron los activos que PrivatBank compró en Kentucky y Tejas con dinero lavado de Ucrania. Trump ha estado preparando cuidadosamente el decomiso de bienes durante los últimos tres años.
Las dos oficinas que fueron allanadas estaban involucradas en una gran cantidad de lavado de dinero. Los oligarcas ucranianos dirigían el PrivatBank, un gran banco que obtuvo 1.800 millones de dólares en ayuda de EE.UU. y lo perdió; lavó cientos de millones de dólares a través de más de una docena de compañías ficticias, y luego utilizó los dólares lavados para comprar bienes raíces en Cleveland.
Ahora hay mucha menos interferencia que en las semanas pasadas en la liberación de la revaluación de las divisas por parte de los políticos, piratas informáticos y operativos del estado profundo, pero se tuvieron que atender esta semana los atracos como el de Pelosi que pagaron a piratas informáticos y agitadores. La semana pasada ciertos políticos pagaban a los piratas informáticos para bloquear la liberación, y no podía ocurrir la revaluación de las divisas hasta que se resolviera el problema.
El miércoles 5 de agosto, el presidente Trump tuvo una reunión privada de más de dos horas con Nancy Pelosi. Se le dijo que quitara a los piratas informáticos y a los políticos que estaban interfiriendo el camino de la liberación, o se vería obligada a quitarse de en medio.
Además, el banco HSBC de Hong Kong intentó enviar muchas veces correos electrónicos de notificación pero fueron bloqueados por servidores informáticos de EEUU. El equipo de seguridad del Departamento de Defensa ha insistido en verificar «ladrillo por ladrillo, banco por banco, pagador por pagador, cuenta de grupo por cuenta de grupo» en todos los niveles, para que no pueda acceder a los fondos ninguna red criminal del estado profundo.
EXTRAÍDO DE:
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